lunes, 20 de abril de 2009

"Últimas Noticias”: Amarillismo puro.


Manuel da Roura

Durante el poco tiempo que vengo escribiendo para “La Hojilla” y para “Aporrea”, es esta la segunda vez que me ocupo del Diario Ultimas Noticias. Debo confesar que leo diariamente este periódico; porque, a estas alturas, es el que me parece menos malo, tanto de un lado como del otro. No nos engañemos, ¡cómo serán los demás!

La primera vez que me referí a este Diario, lo hice como contestación al descaro de los dueños, quienes, habiéndose apropiado de una plaza pública e histórica para construir un edificio, pretendían de la Alcaldía Libertador que les limpiara de basura, pordioseros y “zancudos grandes como aviones”, las amplias y cómodas adyacencias. A esto, les respondí diciéndoles que, por lo menos, pagasen ellos sus barrenderos, vigilantes, policías y “matamosquitos”... No contestaron.

Sin embargo, el motivo de la reclamación que hoy me dispongo a plantear es, si se quiere, más importante que el anterior; compromete al periódico y lo coloca en su lugar. Aquí no hay matices, ni hay medias tintas: Últimas Noticias, de la misma manera que el resto de los medios privados, trabaja para tumbar al gobierno que nos dimos. Eso está claro... Vayamos al caso:

El día 17 de este mes de Abril, en la página 6, aparece una noticia cuyo título reza así: VIEJITOS DEBERÁN TRAMITAR CARNET EN EL SEGURO SOCIAL PARA COBRAR LA PENSIÓN.

Allí no hay nombre alguno que respalde y se responsabilice de la frase y del contenido. Allí no aparece periodista alguno, ni agencia noticiosa, ni institución que avale con su firma el escrito. Últimas Noticias, sin aclarar quien lo dice ni de donde procede, nos encaja una orden, dizque del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, según la cual el millón trescientos y pico mil ancianos que cobran y se mantienen de su pensión mensual, debían desde ya, ponerse a gestionar un papeleo (mejor dicho, otro papeleo) para que le sigan entregando su mesada normal absolutamente imprescindible para seguir viviendo él y quizás también su familia.

Cuando leí la noticia, lo confieso, sentí rabia. Rabia e impotencia. Tengo sobre mis espaldas un montón de años, para empezar ahora a gestionar, de oficina en oficina, de autobús en autobús y de cola en cola.Y tengo también encima quebrantos de salud que no me permiten salir de casa. Como yo, debo suponer que están, si no todos, buena parte de los viejitos jubilados y, por lo tanto, han debido sentir, como yo sentí, el mismo temor y la misma rabia.

Si Últimas Noticias, al colocar esa porquería en una de sus páginas, ha querido inquietarme y angustiarme, lo consiguió. Gracias a que mi hija, dos o tres horas después, me dijo: “Papá, la televisión oficial acaba de desmentir esa noticia. Parece que la hornearon en Globovisión y, Últimas Noticias, ¡tan ponderada ella!, la recogió y la retransmitió sin antes confirmarla”.

Últimas Noticias, mi periódico obligado a falta de otro mejor, puede ahora gloriarse de haber puesto a bailar a una exorbitante cantidad de viejos. Últimas Noticias hizo labor de patria. Se lució ante sus amos (que los tiene). Ahora, ¡a cobrar!. Últimas Noticias es un periódico venezolano, venezolanista y patriota hasta las entrañas. Esperemos que, como premio, las autoridades nacionales o internacionales les concedan a los Capriles la Orden al Mérito Ciudadano. El acto puede hacerse en el Panteón, ahí en la esquina.

Señores Capriles: Ustedes me hicieron daño, y no solamente me hicieron daño psíquico, sino que ello se reflejó en el corazón, del cual estoy operado. Yo dependo de esa jubilación, estoy enfermo y, como tal, ya no puedo gestionar nada, ni siquiera ayudado. Yo les acuso a ustedes de sadismo y agresión con premeditación, alevosía y ventaja. Por ello, les reclamo una compensación monetaria que, de alguna manera, me compense el daño inferido, el daño hecho. Mi salud, señores Capriles, vale tanto o más que la de ustedes, ¡Páguenla, pues!. Y que estos miles y miles de contemporáneos míos les reclamen lo mismo que yo. Los demanden y de algún modo los castiguen.

Hace mucho tiempo que el hombre común, visto el desmadre que se traen los medios de comunicación, se pregunta: ¿Qué diablos está haciendo una cosa que llaman CONATEL?, ¿Para qué sirve?, ¿por qué no la eliminan’?. Porque, señores conatelistas o conateleros, en el caso que estoy planteando, con mi mala leche a tope, pregunto: ¿Qué trabajo les costaba enviar a la sede de Últimas Noticias un funcionario cualquiera para que indagara quién fue el guapo que escribió el tal aviso y, después de averiguarlo, ponerle las esposas a él y al jefe más jefe del periódico y llevar a los dos a la mazmorra mas lóbrega del país?... Ahí les dejo un consejo, aunque estoy seguro que no lo seguirán.

Por lo que a mí respecta, repito, me siento agredido hasta lo más profundo del alma. Ustedes abusaron de mi debilidad y me dañaron. Yo no les hice nada, no los ofendí y, sin embargo, porque ustedes poseen el arma apropiada, lo hicieron y, si tienen ocasión, repetirán la dosis.

Yo y todos los “yos” que por esta tierra nos movemos estamos convertidos o, mejor dicho, ustedes nos han venido convirtiendo en armas para golpear al Presidente Chávez. Todo sirve, desde el hueco en la calle tal hasta el tornillo perdido en la trocha, pasando por el árbol caído en plena carretera. El argumento cambia, no así el sujeto a maltratar.

Ustedes, los Capriles, personalmente jamás han polemizado con este sistema por cuestiones políticas, sociales o económicas, como sí lo hacen casi todos los demás. Ustedes encontraron una manera más sutil de enfrentamiento, algo que pareciera no los compromete tanto, pero los favorece más: Muertos en la calle, estafas, peleas, droga, secuestros, suicidios, tráfico trancado, huecos en las calles, huelgas o guarimbas, reclamaciones salariales, etc., etc. Todo un montón de cosas e incidentes que pueden producirse por motivos casuales e independientemente de la responsabilidad, se le da un tinte o un matiz que lleva directamente el caso al ámbito presidencial o a su entorno.

Ultimas Noticias es el único periódico que tuvo los riñones de amargarle la vida a más de un millón de ancianos el viernes 17 de este mes. Supongo que el objetivo era precisamente malponer a los viejos con el Presidente, inquietar a los viejitos y, de retruque, atacar a Chávez. En lo que a mí corresponde, lo consiguió plenamente, menos en malponerme con el Presidente. En el resto, caí como un pendejo. ¡Felicitaciones!

Ojo, pues, con este periódico. No se enfrenta claramente. Estos Capriles aprendieron a pasar agachados y lo están consiguiendo. No son un Ravell envenenado, un Granier resentido ni un Poleo canallesco. Los Capriles ni suenan ni se oyen. Hacen su labor de zapa a la callada y pareciera que sólo les interesa vender sus periódicos. ¡Empresarios, pues!. Sin embargo, leamos cuidadosamente su mamotreto, abarrotado de publicidad comercial y política, y comprobaremos que están comiendo a dos carrillos y que siempre otean el horizonte para ver y asegurarse bien de donde sopla el viento para posicionarse convenientemente.

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